Hoy, después de evitar el asunto por varios días, me decidí a ordenar la oficina. No cabe duda, soy un cachurero!...Partí por cambiar el planificador anual que tengo en mi pizarra de corcho....A la basura un año entero de reuniones, viajes a regiones, clases importantes, seminarios y jornadas, pruebas y exámenes a mis ex alumnos, uno que otro fin de semana largo que no aproveché y varias rayas, signos y abreviaciones que en algún momento, supongo, entendí...
Luego vino la tarea de quitar una centena de papelitos fijados, uno sobre otro, con esos chinches modernos llamados “push pin”...ahí fue desastroso..., teléfonos anotados sin nombres, invitaciones a actividades a las que no asistí y muchos con el mensaje “importante” y “OJO: pendiente”, afortunadamente todas tareas cumplidas, para la tranquilidad de muchos y muchas y también para mi. Luego, fijada la mirada en mi estante-repisa, supe que vendría lo peor...!!! me armé de valor suficiente y con dos bolsas de basura en ristre comenzó la tarea....
Sin embargo, antes de contarles, viene bien señalar que misteriosa es la veta del cachureismo, y muy propia de las y los chilenos. Dice la Real Academia de la Lengua al respecto; Cachureo: 1. m.coloq.Chile: Objeto inútil; 2. m.coloq.Chile: Conjunto variado de objetos desechados. O sea que la costumbre de ser cachurero, es tan nuestra como el Teniente Bello...
El indómito mar de objetos inútiles (para ser fieles al significado propuesto por la RAE) me tuvo toda la mañana y parte de la tarde, en fervorosa lucha. Volaban los borradores de informes, las anotaciones de reuniones, hojas de periódico con algún tema - en su momento - interesantes, fotocopias sobrantes de alguna actividad de formación, revistas técnicas, memorandos que no envíe, las terceras copias de memorandos que me enviaron, cuadernitos de anotaciones varias, lápices sin tinta, plumones secos, documentos del año 2000, etc, etc, etc, reitero, soy un cachurero!!!
Después de sacar tres bolsas repletas de objetos inútiles, cosa de la que estoy seguro, pues la mayoría tenia respaldo digital y otras ya estaban obsoletas, me senté en mi escritorio y me hice la promesa de todos los años...”trataré de ser un poquito más selectivo a la hora de juntar”....
Pero ya les contaba que soy medio olvidadizo (no olvidador), lo más probable es que al principio del 2007 vuelva al mismo ejercicio...y qué!. Al fin y al cabo, siempre viene bien revisar lo que se hizo durante el año, aquellas cosas siempre nos hablan de gestos, momentos, emociones y de tantas y tantos que compartieron un año lleno de actividades....ordenar la oficina es, de algún modo, el recuento del año laboral y no es que en la analogía todo se haya ido a la basura, ha sido un buen año...al menos así lo demuestran los cachureos.
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