jueves

Periplo de una ausencia

La ausencia de este tiempo no se debe a viajes, tampoco a descanso en el trabajo. Ocurrió que, aún cuando no me haya descuidado, ni me pusiera en riesgo, finalmente mi espalda no resistió: mi disco lumbar cedió y fui a dar al quirófano. Llevo casi cuatro semanas afectado de mi espaldapiernaizquierda y dos de ellas con un intenso dolor que me dejó en la más absoluta horizontalidad. Hace varios días me operaron y hoy estoy volviendo a levantarme, volviendo a caminar, y aunque aún voy con pequeños dolores y pequeñas molestias, celebro el hecho de poder venir y esgrimir algunas letras.

El dibujito de arriba muestra el daño que tenia. Mi disco lumbar se rompió y su núcleo estuvo contrayendo nervios por largo rato...en palabras de mi doctor “un desastre”; lo más probable es que no me recupere al 100% en un buen par de meses, pero ya está, aquí estoy, volviendo a las tareas simples como levantarme, caminar y dar algunas vueltas por la cuadra de mi casa. Este ha sido un largo tiempo sin la urgencia de la tarea y aunque sea en el contexto del ciclo de la enfermedad...ha sido bueno para repensar lo que voy haciendo con mi vida.

Curioso este tiempo, entre otras cosas para saber quien está y quien no, para saber que hay quienes siempre vendrán a la casa regalando con sus letras, que en mi Taberna la fraternidad no es utopía y la ausencia es un espejismo, que no me equivoqué al mirar la ventana y su reflejo, y que, definitivamente, no me cansaré de mirar.
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