viernes

Acaso como en un borde.

¿Y qué pasa por último si nos cansamos y nos vamos?
Las personas no mueren: quedan encantadas,
ya sabe usted.*

Sucede en el último tiempo que algunas mañanas me duelen como el “Walking Around” y me quedo mirando al cielo como en un borde, mientras Cassiel, el ángel de Berlín, sopla mi nombre al oído. Tengo la sensación persistente de que algo no está en el sitio adecuado y de que ese “algo” soy yo.

Entre tanto, puedo contarles que anteayer fui todo Chiloé, que mi memoria se acunó en sus humedales y este agosto se cerró con arco iris. También que me han escrito y me han salvado, que hay letras que llegan en voz y otras como huellas en el camino y que, definitivamente, mañana habremos de re-conocernos.

Así va Septiembre, así van algunas de sus mañanas, y así voy yo;... dejando correr una naranja, con mi corazón adentro...

Gracias por venir y perdurar; de aquí en más, me debo a la reciprocidad.

* Letra: Fax sobre el asombro, Gonzalo Rojas. Foto: Ángel sobre Berlín, en la película “las alas del deseo”. Música: A la mar fui por naranjas, en voz de Pedro Villagra

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