Año Nuevo

Viene bien acercarse a lo rituales...marcan las necesarias diferencias entre un tiempo y otro, acogen las expectativas y nos devuelven a nuestro jardín secreto.

Escribo en azul el resultado del año. Semillas que germinan, nuevas voces, nuevos gestos, silencios en compañia y aprendizajes a granel...todo para hacerme más.

Cada cual habrá de sacar sus cuentas y, buenas o malas, seremos más.

Les dejo el deseo de un cielo abierto y luminoso, más vida para regalar y cariños en el alma, para cuando sea necesario...también les dejo esta Acuerela...

23 de diciembre

Hoy estoy de cumpleaños...

Poema de cumpleaños

Un 23 de diciembre,
de un año particular,
en un hospital fiscal,
y sin mucha compañía,
terminaba doña Maria
su tiempo de prenatal.


Sintiendo que ya nacía,
llamaron a los doctores,
no dio tregua a los dolores,
y en fuerte estado febril,
trajo al mundo a este perejil,
producto de sus amores.

La pobre quedo deshecha
y el retoño a mal traer.
no habría otro para nacer,
sólo se conformó conmigo,
me puso por nombre Rodrigo
y hasta aquí me ha visto crecer.

Un 23 de diciembre,
la vida empecé a rodar,
sin siquiera imaginar
hasta donde llegaría...
y aunque suene a poesía
sigo haciendo camino al andar...

Solsticio de Verano

Hoy 21, es el dia del año en donde la luz solar es más plena y abundante, el Sol nos alumbra durante más horas...es el dia del Solsticio de Verano.

El Solsticio es un buen tiempo para cosechar la siembra, no sólo la de la tierra fertil, sino que también nuestra cosecha interior...el Sol que nos alumbra nos permite observar con generosa claridad aquello que hemos hecho o dejado de hacer, es un tiempo para la reflexión.

También ocurrirá que a partir de hoy los días nos pareceran cada vez más cortos, pues el Sol irá en lenta retirada hasta llegar al invierno, pero de esto escribiré más tarde...

Hoy comienzo mis reflexiones solsticiales y de paso me preparo para cumplir años este viernes...

ah! esta vez se acaba aqui...no hay más para leer...

No olvidadizos sino olvidadores...

“Ocurre que el pasado
es siempre una morada
Pero no existe olvido
capaz de demolerla”
(Benedetti)

Hace algunos días, Sebastián Acevedo se vino a la memoria. No vino como una imagen o como una biografía amarga. Sebastián se vino en piel, sentido, emoción y recuerdo fecundo. Al mismo tiempo, en otro extremo de la ciudad, alguien dice no acordarse y se aleja caminando, afirmado en su bastón infausto.

Convengo con Benedetti en que la memoria y el recuerdo tienen días de niebla, y que cuando aclara y se disipa la niebla, el olvido esta lleno de memoria. Quizás por eso existen los olvidadores, aquellos que se empeñan en mantener una falsa amnesia, para que la claridad no les alcance y sus olvidos no se llenen de memoria. Se empeñan en no recordar, y también en que no recordemos, porque sus recuerdos son como la sed que se calma con cáliz amargo. Pero los olvidadores saben, y si no lo saben, lo advierten: la falsa amnesia es sólo una ilusión.

Cuando los antiguos orientales intentaban explicar la memoria, señalaban que esta era un atributo de la fidelidad a nosotros mismos. Quien se recuerda, quien se reconoce, quien se construye, tiene memoria porque se es fiel consigo.

Por mi parte, me declaro olvidadizo. No me funciona la agenda, no uso celular, me lleno de papelitos con anotaciones vagas que, por supuesto, me cuesta ordenar. Tengo problemas con los cumpleaños y algunos nombres y, a veces, se me mueven los números en el calendario. Soy olvidadizo, pero no olvidador...porque para mi, parafraseando a Blades, la memoria se convierte en un sustento, y más que el dato lógico, llevo huellas en los sentidos. Entonces, los colores, los aromas, los sabores, las palabras, los gestos y los paisajes me evocan.

Sebastián se vino a la memoria, porque soy olvidadizo y no olvidador.