jueves

23, Diciembre

Y así no más llegó, otro cumpleaños en la fecha acostumbrada, otra vuelta más en la espiral luminosa de esta vida mía; y mientras corren días solsticiales y el sol se detiene en lo más alto y allí se queda para que se alumbre la vida, y toda esa claridad nos indique la certeza de lo que se viene sintiendo en la piel, yo escribo.

Ya saben que se escribe porque se quiere y se necesita, se escribe porque se aman los días que se transitan y porque duelen las noches en desamparo. Se escribe porque se vive. ¡y vaya como se ha vivido este último tiempo!!!

Tiempo de encuentro, reencuentro, de alma telúrica, de calles grises, escaleras de piedra, de plazas abiertas y de retornos. Y entonces se sucede la constatación de que hay cosas que no mueren, que se quedan para siempre, como un cielo estrellado o una hojita de acacia. Sobreviene la certeza de que aquellos que escriben para el aire y el éter, para si mismos y la humanidad, para el reposo y el huracán....aquellas, aquellos, no mueren, porque la letra que los habita tiene hálito propio.

Ya saben que no hay que desesperar por el mar. El océano es breve y nos aguarda un nuevo aire, como dirá Rojas, no para respirar sino para vivirlo. Vengan entonces todos y todas al festín del nuevo aniversario

Vengan al festín, y en sus voces, todos los versos y todas las palabras, aquellas más dementes, las desamparadas, luminosas, concretas, fugaces, reales, ensoñadas. Todas. Vengan con sus alas y sus pies de barro. Vengan, que aún hay siglos que nos faltan y en el ruedo hay pan y vino suficiente esperando por ustedes.




* imagen: "Pan y Vino" V.Van Gogh
* Música: Ya es tiempo - Congreso
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