La Feria
“En la feria se respira un espíritu de libertad,de conversación directa y camaradería.
....donde vas a comprar y te preguntan cómo está tu familia”*
Siempre será una aventura; y es que adentrarse en el laberinto de la feria es vestirse de multicolor, es dejarse inundar por aromas de tierra en cosecha, es oír pregones de oficio y tradición, es formar parte del ágora de las mañanas de domingo.
“Lo de menos, quizás, es la venta”, decía un poco recomendable poeta español y supongo no se equivocaba, pues la feria de entonces y la de ahora son mucho más que el simple espacio para el comercio, la transacción o el trueque. Alejada de las plazas principales, derramada por calles e incluso pasajes de múltiples vericuetos, la feria ciertamente es territorio material, pero también es espacio simbólico, “residual de soberanía ciudadana” dirá Salazar.
Si el domingo invita, la feria de mi barrio es un gran paseo. Dan la bienvenida las frutas y verduras del valle, las bolsas se cargan de yapa y se vuelve a firmar el pacto invisible con el casero o la casera. Se apura el tranco y el mercado persa se presenta como un delta estrellado. Desde una carreta con caballos ofrecida para eventos hasta fichas de la salitrera, libros y revistas de anteayer, un vieja tina de baño, una tapa de water y los deshechos de quienes más tienen, que siempre serán una ganga para los que no tienen nada.
No cabe duda, la feria es más que la venta callejera, es un modo de hacer, es la gracia, el aquel, es no preguntarse y volver, volver al ágora, como debe ser.
* Gabriel Salazar, “Ferias Libres: espacio residual de soberanía popular”, 2002
Escrito por Rodrigo a las 11:17 a.m.
26 Comments:
Puchas que escribres lindo socio amigo, se me seca la gargante al pronunciar tu apellido, al leerte, me dan ganas de cervezas importadas, finos mostos de neustra tierra, y quizá que otros menjares...me dan gnas de estar contigo.
Bueno que bueno que aparecista en tu blog.... un abrazo.
Y saludos a tu hermosa señora y a tus peques.
Rodrigo: comparto plenamente la fascinación por las ferias. Cuando era niña, trabajé en una, y tengo los mejores recuerdos de "los colegas". Cerca de mi casa hay una donde también, aparte del vergel, hay un lado B repartido por callejuelas y pasajes aledaños, donde se puede encontrar casi de todo, y, más que nada, personajes, increíbles personajes.
Sabes me encanta de las ferias los colores de las verduras, los sobrenombres de los carretoneros y la idiosincracia.
Cariños y disculpe la poca visita.
qué linda visita la mía a tu blog, la tuya a la feria...ese caleidoscopio perfumado. También tengo una cerca, voy menos de lo que debiera..el próximo miércoles no falto y me acordaré de tí
cariños
Me encantan ese tipo de mercados callejeros, donde pasar la mañana paseando al sol...
Me gusta el chamarileo, el trato, el regateo... Si además encuentro alguna pieza de las que colecciono, la vuelta a casa será con una amplia sonrisa, como si hubiera encontrado un pequeño tesoro.
Un beso, Rodrigo
Poesía de lo cotidiano, aromas de la sencillez de una tarde entre el fragor del pueblo y la verdura, entre las sonrisas y los durznos olorosos.
Bello y grácil relato lleno de sabores y aromas como los de esta feria, como los de una casa en medio del bosque que duerme en silencio, como el de una taberna cualquiera que recibe a los amigos más queridos.
Gracias por tu presencia y aprovecho de invitarte a mi rincón, al de los antifaces y los artificios y donde suelen oirse mejor los acordes de un silencio.
Un beso
Nada. Todo bien. Me alegra leeros. En relación al post: No lo comparto, lamentablemente. Las "viejas" y yo, hemos separado los dominios en Santiago. No me meto donde ellas están: Jamás. Ya muchas veces me ha tocado, a la vieja adelante en la cola del supermercado, que pide que llamen a la supervisora porque ella vio en el catálogo del supermercado que los tres lavalozas salían $X, y entonces viene la Supervisora, y le dice que la marca Tal de lavalozas cuesta $X y no los que lleva. Entonces, la vieja le pide que le vayan a buscar los otros lavalozas, y pese a los reclamos míos, y a mi ofrecimiento por pagar la diferencia, llegan los lavalozas, y entonces, cuando le dicen al precio total de la compra, ella decide que en realidad no va a llevar la "margarina" y tiene que volver la supervisora pero después decide llevar la margarina y no llevar la pasta de diente. Y esto sigue. Y así son las viejas. Y en las ferias hay mucha vieja paseando. Lo siento. Es mi percepción de la vida. Que estés bien. Feliz Santo Atrasado! slds. r
bueno es verte aparecer tan lleno de vida, de color y popularidad. A diferencia tuya, "mi" feria se instala los sábados cerca de mi casa...y en ella, más que "caseros", hay personas que saben de mi vida, yo de la de ell@s, ahí ofrecen " fiarme", me dan alguna "yapa" y son tan cercanos que hasta de beso nos saludamos. Es que ahí hay vida, hay esfuerzo, hay trabajo,como también tradición, costumbres y cultura popular, que a veces pareciera que se quiere olvidar en una sociedad de mall y shopping.
Lindo es verte aparecer, más aún con este posteo lleno de color.
Abrazos querido Rodrigo.
coincido con el poco recomendable poeta español, me gusta mirar las ferias, caminar por las ferias, pero no arrastrar esos carritos de ferias o bolsas gigantes de ferias, sólo compro flores en la feria y quizás frutillas... muchos saludos, gracias por tus saludos y sí, todo está bien, c.
Aquyí en mi tierra a esta feria que describes las llamamos días de tianguis, o de mercado y es una gloria visitarlas, nuestro oaxaca es especial en eso, aquí las sensaciones te llegan a través de cada sentido, el tacto de las frutas y vegetales, de los canastos que las contienen, percibir su frescura, el aroma de los guisos que se sazonan al fuego, el delicioso sabor de las frutas sus colores que te asaltan y te marean, te marean, te marean, y así me siento, un poquito borracha de sol, de luz, de recuerdos
te dejo un abrazo Rodrigo
acá mañana hay feria
y no creo que vaya, aunque me gusta mucho, no estoy de ánimo para ferias
cariños y gracias por los soplidos
la feria trae a mi el olor de las frutas y la verdura mojada , los paseos eternos de mi abuela por escojer lo más rico para despues en la alquimia trasformarlo todo en manjar¡¡¡bello recuerdo, GRacias por tu vista al Testigo y todo el recorrido las letras son para compartir...Saludos
Se celebra la feria entre paganos...
Un abrazo.
Amigo, siempre su mirada exquisita sobre las cosas
Un grandísimo abrazo
Luis.
Los amigos siempre amigos, aunque se cambien de casa.
La feria, rica experiencia de vivir, de sentir, de recorrer... la vida a ratos es como una feria, llena de aventuras, recuerdo como cuando niño me perdi en una, y por golosinero, llegue donde vendian algodon dulce.
bueno, la Vida es asi. un abrazo Rodrigo, y como sabes, los amigos siempre amigos, aunque cambien de casa.
Sufiân
Paso a dejarte un beso...de opio, por supuesto.
Grcs. Feliz Pascua a Ud. tb. Que ilumine su alegría y escritura. Espero esté bien. Le escribiré a C. No sabía que estaba triste. Grcs. por contarme. Ud. es un muy buen amigo. En serio. Mchs. slds. r
saludos a todas y todos, gracias por venir al barrio y quedarse un rato...hasta aqui este post, que pasó por una zapatito roto, para darle cabida a otro...
abrazotes.
Tu visita, el poema de Alberti, tu reflexión posterior, todo se confabuló para hacerme sentido.
Gracias por eso, cada vez que vas, la música de La Taberna se transforma en sonata.
Un abrazo
¿habrá viaje?
¿ Y todavía nada en la feria? Besos.
vine a ver como estabas, pero sigue la feria por estos lados... acabo de entender por qué rc me escribió... muchos saludos, c.
¿qué pasó? ¿donde te fuiste? Vengo a tu barrio y no te encuentro, sólo encuentro la feria... ya, poh! despercúdase! se le echa de menos...
Cuantas ferias han pasado?...
Un beso desde el bosque...
Las ferias, no han cambiado mucho desde la niñez, iba con mi madre y me encantaba, son toda una tradicion que perdura
Un saludo grande
Luunna
Ferias gitanas vestidas de calores frutales, gritos y cánticos como mantras de los vendedores curtidos bajo la tierra que los planta.
De esas dulces flores de domingo, solo retengo la entropía de cositas en casitas, vaíven de indigentes a una macro organización de hormigas conmovidas
por el trafico del mercado y de las caseras que deambulan como en la extensión del patio de sus casas, con el grillito moreno que les carga las bolsas atinando a una fuerza dos veces su peso.
Ferias…como extraño las ferias, y sus generosidades voluptuosas
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