viernes

Cinema Paradiso


Voy con una pena enorme. Una de esas penas que no alcanzan en los ojos. Un océano de silencio. Un monte de hielo gris sobre los párpados. Una parte de la biografía se trizó. Mi aire esta vacío, ni siquiera espera como el de Neruda. Voy con una pena enorme y lo cuento así...de pura pena.

¿A dónde se fue mi Cinema Paradiso? Me pasó como al niño de la fotografía. Hoy lloré como cuando vi su historia. De humedad silente se llenó mi boca, de sal cada una de las mejillas, de abrazo ausente cada dedo de la mano.

Voy con una pena enorme. Mirada en rocío. Duermo mi nombre, que ya no es mío.

Excúsenme de este “otro”, supongo que mañana se llenará el otoño de regalos y las cosas volverán a tener nombre.



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miércoles

Aguinaldo

Ya he sacado mis cuentas
y no le pago a nadie.*


"Contrastembre". Bien podría llamarse así Septiembre en Chile. Durante 30 días, inundan el territorio un conjunto de emociones profundas y otro conjunto, no menor, de criollas costumbres pedestres; signo inequívoco de nuestra ecléctica idiosincrasia. Así convivimos, la mayor parte de nuestros Septiembres, como en calidoscopio sujeto a un péndulo.

Un mes vertiginoso, de recogimiento en rosas rojas, de volantines multicolores, de oficios religiosos, de zapatos en desfile, de cuecas choras y de las otras, de chicha en cacho y vaso plástico, de estertores de invierno y primavera en flor, de canto triste y rima en pandero, de sueldo fijo y aguinaldos.

En mi caso, el itinerario es completo. Habré de reclamar la memoria y también bailar cueca en el acto formal, recorrer alguna calle de amargura y recibir la empanada con más caldo. Elevaré volantines, despediré al invierno con abrazo y saludaré a la primavera con cariñoso beso, recibiré mi sueldo...y, viento a favor, también aguinaldo.

¿Que haré con el aguinaldo?..., este año hago mías las palabras de Benedetti, ya he sacado mis cuentas y no le pago a nadie.

(...)
ni al destino que claro no recoge
las tiernas oraciones
que envío contra reembolso

Cobraré el aguinaldo en billetes de uno a uno
y me iré caminando por Dieciocho
silbando un tango amargo
como otro distraído.


* Poema “Aguinaldo”, Mario Benedetti, Poemas de la Oficina.
Obra “A Despedida”, Lucemar de Souza.

martes

Tábano incesante

“El hombre es un Dios cuando sueña...”*
Rojas dice que Matta era un tábano incesante, que exigía estar despierto con los cuarenta mil sentidos; alguien que de veras veía de día a las estrellas y que desranozaba con máxima espontaneidad, comparable a la del sol. Rojas, no cabe duda, también hace lo suyo.
 
A mi me da, a veces, por tratar de ser tábano incesante, pero no me alcanza, apenas parezco remedo de “pulga en el oído”. Quizás sea porque dicho afán es “sólo a veces”, acaso sea la levedad de mi persistencia, acaso sea porque razono más de lo que aparento, no lo sé con propiedad. No obstante, esta no es una tarea de cual haya abdicado y aún cuando sea de la manera mas precaria busco estrellas a plena luz del día.
Rojas ha dicho también que: “Los verdaderos poetas son de repente: nacen y desnacen, dicen misterio y son misterio, son niños en crecimiento tenaz, entran y salen intactos del abismo”...Así las cosas me consuela aquello de poder ser de repente. Mientras tanto, sigo en crecimiento tenaz, aprendo a salir intacto de mis recaídas al abismo y de cuando en vez, les cuento esto que me acontece...
 

* Friedrich Hölderlin
Roberto Matta: Nacimieto de América
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